Italy Wilson
No había vuelto a ver a Hudson desde la tarde. Y cuando había preguntado por él me habían dicho que se encontraba trabajando. Solo le pregunté a la empleada que me había servido el almuerzo. Y aunque intenté irme a la cama después de cenar me había quedado en el sofá sentada mientras observaba a Daven dormir en la oscuridad.
Pero cuando dieron al menos las doce de la noche comencé a escuchar risitas en el pasillo y voces amortiguadas por la puerta.
Mi cuerpo se tensó al enterarme de que era la voz de una mujer y de Hudson y algo se apretó en mi pecho.
Claramente no habíamos acordado que el matrimonio sería real. Esto era solo una forma de proteger a la madre de su hijo, así que no entendí por qué me afectó saber que probablemente estaba llevando a una mujer a su habitación.
Pero cuando los pasos se detuvieron justo frente a mi puerta mi ceño se frunció.
La puerta se abrió lentamente y vi una cabellera larga y oscura ingresar por el pequeño espacio que se había abierto. Y