—¿Estás preocupada por mí? No tengo mucho apetito y no quiero comer. Estoy trabajando tanto porque quiero terminar los trabajos lo antes posible y volver para hacerte compañía.—Zachary se rió y dijo.
—Aunque tengas prisa por volver, debes cuidar tu salud. ¿Te alojas en un hotel o en otro sitio? Si no tienes apetito, prepara unas gachas y come algo más ligero.
—Zachary, levanta tu teléfono para que pueda ver cómo estás ahora.
Zachary no se movió.
Serenity se enfadó, —Zachary, contaré hasta tres, si no me dejas verte, no voy a hacerte caso este año, no responderé a tus llamadas y tus mensajes. Uno...
Acababa de contar hasta uno cuando la cara de Zachary apareció en el vídeo.
Parecía tan incómodo, y su rostro estaba enrojecido anormal. —¿No has ido al médico? Debes tener mucha fiebre ahora mismo, Zachary, realmente quieres cabrearme.—al ver su cara Serenity se sobresaltó y le preguntó.
—He tomado medicina, medicina para el resfriado comprada en la farmacia, pero no funciona bien. Tal vez