Capítulo 641
Todavía soñaba con que él le había dicho muchas, muchas cosas, pero no escuchó nada de lo que él decía.

En el sueño, le rogaba que alzara la voz, no lograba escucharle, pero él solo movía el pico, sin que ella pudiera agarrar ni un solo chisme de lo que decía, la situación la traía con el Jesús en la boca.

Cecilia le echaba una mirada y volvía a lo suyo.

—Ayer en la tarde, di el rol por la colonia y dejé a tu hermana y al chamaco en su cantón, y también me quedé a dormir en casa de tu hermana, no sé si el Don York volvió o no.

—¡Ándale, no regresaste al jale! Ay, me duele la choya, Cecilia, ¿me puedes hacer un caldito pa' la cruda? Si no, voy a rascar un paracetamol o algo, me está reventando la cabeza.—Serenity se dio un golpecito en la frente y dijo.

Después de hablar eso, Serenity salió de la cocina.

Luego, como quien no quiere la cosa, se metió en la recámara de visitas, encontró el botiquín, sacó una bolsita de paracetamol, abrió el paquete y estaba a punto de echarse el polvo a l
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