—¿Por qué habrían de defender a ese patán Hank Brown? —preguntó Jasmine Sox, llena de curiosidad—. ¿La familia Brown les ofreció algo a cambio?

Serenity Hunt rio con sarcasmo: —Mi hermana y Hank acaban de firmar un nuevo acuerdo de divorcio. Según el contrato, Hank le debe dar casi cien cuarenta miles de dólares a mi hermana. Supongo que a su madre no quiere perder tanto dinero, y por eso pensó en recurrir a nuestros parientes para interceder.

Después de todo, nominalmente, todos aquellos eran parientes de las dos hermanas.

—No sé cuánto dinero había dado su madre a mi abuelo, pero eso es como echaron el dinero en la calle. Cuando trata de engañar y maltratar a mi hermana, es muy astuta. Pero ahora ha cometido tal estupidez, probablemente está desesperada —Serenity se burló.

Si hubiera sabido que sería así, ¿por qué la habría tratado tan mal antes?

—Zachary, todo anda bien ya, vete a trabajar ahora.

Tan pronto como los parientes se fueron, Serenity urgió a su hombre a volver a la empre