A Zachary nunca le habían pellizcado así en toda su vida.
Sintió mucho dolor.
—¿Ya se ha levantado abuela?
Le preguntó Serenity mientras se levantaba de la cama.
Quería volver a su habitación antes de que abuela se despertara.
—Se ha levantado.
—¿Tan temprano?
Serenity estaba a punto de salir de la habitación, pero se detuvo: —Si salgo así, abuela me ve...
—Somos pareja.
A Zachary no le gustaba que andaba a escondidas.
Serenity sonrió: —Tienes razón, somos pareja, abuela sólo se alegrará de vernos dormir en la misma habitación. Sabe que dormimos en habitaciones separadas desde que nos casamos y me ha regañado mucho.
Mirando a ella, Zachary se quedó sin palabras.
Zachary también no sabía qué decir a su abuela.
Ahora, por supuesto, estaba agradecido a su abuela. Si no hubiera sido por ella, no se habría casado con Serenity.
—Voy a mi habitación a cambiarme de ropa, ¿qué quieres comer hoy? Te lo prepararé.
—He ido a comprar el desayuno, no tienes que hacerlo.
Serenity le miró duante un ra