Axel aceptó con alegría, —De acuerdo, cenemos juntos, pero no te moleste si no como con elegancia.
—Pareces una persona muy educada, y aunque nunca hemos cenado juntos, no creo que tengas malos hábitos alimenticios.
Axel sonrió, sintiéndose feliz por dentro. Belén merecía ser su futura esposa, ¡tenía muy buen ojo!
Belén no sabía lo que Axel estaba pensando.
—Por cierto, hay algo que necesito saber de antemano.
Axel miró a Belén, esperando a que continuara.
—¿Vas a volver a Wiltspoon para la Navidad y el Año Nuevo? Hay mucha distancia entre Annenburg y Wiltspoon, y he oído que en Wiltspoon no hace mucho frío en invierno.
Axel respondió, —¿Habrá alguien que te prepare la comida mientras yo no esté? Si es así, prefiero volver. Mi abuela es mayor y lo que más desea es que mis primos y yo volvamos a casa para reunirnos en las fiestas.
—Normalmente, todos estamos ocupados con nuestros trabajos y nos cuesta mucho reunirnos.
Axel no mentía.
Belén había investigado a Axel y sabía que tenía un h