¿Cuánto le debía el señor Arturo a la señorita del vestido rojo?

La señorita no se veía muy bien, ¿no había cobrado la deuda?

Zorrita entró en el ascensor y Arturo intentó seguirla, pero ella lo echó una gran patada.

La secretaria vio como Arturo tropezaba al ser expulsado del ascensor por esa señorita, muy desordenado y ridículo.

La secretaria se río un poco y la detuvo a toda prisa, temiendo que Arturo la viera y la despidiera.

Las puertas del ascensor se cerraron.

Arturo se levantó y siguió frotándose el estómago, murmurando, —Ouch, qué fuerte, me ha dolido mucho.

El ascensor bajó.

Arturo no pudo alcanzar a Zorrita y sólo pudo volver a caminar hacia su oficina.

De pronto se le ocurrió que su abuela siempre decía que no se arrepintiera algún día.

¿Acaso la abuela sabía que Arturo no tuvo mucho éxito cortejando a Zorrita e incluso que quizá no tendría éxito el resto de su vida? Había renunciado a Doris, ¿iba a estar soltero toda su vida?

Sin embargo, no se arrepentiría.

Había pensado