Arturo empujó la puerta de la oficina e invitó a Zorrita a pasar.
Los empleados vieron cómo la señorita del vestido rojo entraba, y Arturo permaneció sonriente, como un auténtico caballero.
El temperamento de Arturo era el mejor de sus hermanos, pero también era muy serio la mayoría del tiempo en la empresa, por eso la impresión que Arturo dejaba en el personal era muy seria, y todos decían en privado que se parecía bastante a su primo Zachary York.
Aunque ninguno de ellos había conocido nunca a Zachary, habían oído hablar de su indiferencia, que siempre tenía la cara tensa y la expresión seria.
Arturo dijo que la señorita del vestido rojo había venido a cobrar una deuda, y los empleados no imaginaban que sonriera tan amablemente cuando se enfrentaba a la deudora.
Realmente se preguntaban cuánto debía Arturo a aquella señorita.
Tras cerrarse la puerta de la oficina, todos entraron en el ascensor uno tras otro.
—¿Hay algún problema con la empresa?
El jefe de seguridad preguntó a la rece