Cristina dijo: —El hecho de que estés dispuesto a comer el pastel hecho por Axel demuestra que ese pastel es rico. No hay muchos pasteleros en todo Annenburg que hagan pasteles que puedas comer.
Belén se quedó sin habla.
Miró un momento a Cristina y le preguntó: —Dime la verdad, Cristina, ¿te enamoraste de Axel a primera vista? Estás prestando mucha atención a él y a si puede ser mi chef.
—Si te gusta, puedes cambiar del cocinero y pedirle que cocine para ti. Así, podrás comer la comida que hace todos los días y pasar tiempo con él. Sin embargo, es sólo un chef, la diferencia del estatus entre él y tú es un poco grande, no sé si tus padres podrán aceptarlo.
—Si fueran mis padres, seguro que no estarían de acuerdo.
La familia González era una de las más prestigiosas de Annenburg, y naturalmente tenían grandes expectativas a los hombres que iban a casarse con sus hijas.
Belén no quería menospreciar a la gente, sólo estaba de acuerdo con encontrar una pareja del mismo nivel, así era más f