Zachary no quería que su esposa estuviera demasiado cansada y le dijo: —Si crees que es demasiado agotador, déjalo y yo te ayudaré.
—Seren, yo preferiría que te quedaras despreocupada toda la vida.
Serenity le acarició la cara.
—Zachary, estoy tan agradecida de que la abuela me dejara casarme contigo, un hombre tan maravilloso, y siento tan agradecida de que toda tu familia me tratara muy bien, de que nunca pensara que yo no era digna de ti.
—Sé que me quieres y que no quieres presionarme.
—Pero ahora que soy tu esposa, no puedo huir de las responsabilidades que me corresponden y no me apartaré de ellas.
—Ya estás muy ocupado, ¿cómo vas a tener energía para ayudarme?
Serenity dijo con firmeza: —Podré hacerlo todo.
—No me quejo, de verdad, ya sabes, yo tengo mucha ambición.
Zachary la miró con mucho cariño y la abrazó durante un momento antes de soltarla.
—Te pondrás mejor una vez que estés familiarizada con estas cosas, al igual que mi mamá, que ha formado a muchas personas capaces a l