Isabela le comentó: —Ay, Zachary es tan bueno contigo.
Serenity sonrió feliz y respondió a Isabela: —Callum también te trata muy bien.
Las dos habían encontrado la pareja perfecta y se nutrían de amor cada día.
Sabiendo que Isabela estaba ocupada, Serenity dejó de molestarla.
A punto de subir a su coche, alguien la llamó.
Giró la cabeza y vio a Hank.
—Serenity.
Hank se acercó a ella y al verla sola le preguntó: —¿Sonny ya ha entrado?
—Sí. ¿Querías verlo?
Hank sonrió y dijo: —Llevé a un cliente hasta aquí y pensé en ver a Sonny. No sabía que habíais llegado tan temprano.
—Sonny está bien.
La actitud de Serenity era fría.
—Lo sé, me siento muy tranquilo de que Sonny os tenga a ti y a Liberty. Por cierto, ¿he oído decir a Sonny que Liberty no vuelve durante corto tiempo?
—¿Por qué lo preguntas?
—Nada, sólo pregunté.
Hank guardó silencio un momento antes de preguntar: —¿De verdad pasará mucho tiempo antes de que vuelva?
—Quizás.
—Bueno. —dijo Hank con una expresión de decepción.
Serenity d