Liberty abrazó a su hijo, suavizando su tono severo, y dijo: —Últimamente mamá ha estado muy ocupada, te he descuidado y no he pasado suficiente tiempo contigo. Solo unos días más en el jardín de infancia y será el fin de semana. Este fin de semana, ¿qué te parece si mamá te lleva a la playa? ¿Te gustaría?—
—¿Serenity vendrá?
—Podemos invitar a tu tía y a Elisa para que vengan también.
Sonny, encantado, dijo: —Está bien, mamá, lo siento, no volveré a decir que no quiero ir al jardín de infancia.
Liberty soltó a su hijo, sonrió y dijo: —Que Sonny entienda a mamá me hace muy feliz. Saber que estabas equivocado y corregirlo demuestra que eres un buen niño, el buen Sonny de mamá.
Dicho esto, besó la mejilla de su hijo.
El pequeño también le devolvió el beso.
—Mamá, vamos al jardín de infancia.
Sonny, tomando la mano de su madre, se dirigió a la puerta de la casa.
También le dijo a Liberty: —Mamá, déjame llevar mi propia mochila.
Liberty le pasó la mochila, él la cargó sobre sus hombros, y