—Sonny, no te preocupes. Te diré si no me siento bien. No pasa nada.
Duncan se lo explicó a Sonny y luego le dijo a Chelsea: —Chelsea, estoy bien. Sonny es pequeño pero es muy bien educado. Nunca se sentaría en mi regazo si me duelen las piernas. Llevo mucho tiempo fuera del hospital y haciendo rehabilitación, así que no pasa nada si Sonny se sienta en mi regazo. No lo asustes.
Ustedes no lo asustan.
Chelsea y su madre dijeron eso porque no querían que Sonny y Duncan se acercaran.
Pero Duncan y Sonny llevaban tanto tiempo juntos que no era tan fácil para Hank y su familia impedir que se relacionaran.
Chelsea tuvo que responder: —Señor Lewis, no mime demasiado a Sonny, cuidado de malcriarlo.
—No te preocupes, esto no pasará. Su mamá lo ha criado muy bien y él sabe lo que puede y no puede hacer. Me gusta mucho Sonny, es muy mono y listo. Todo el mundo le adora, pero no se ha vuelto caprichoso.
Al escuchar los elogios de Duncan, Hank y su familia sintieron cierto disgusto, pero no podían