Giselle no esperaba que los comentarios que escuchó después de correr la noticia no era lo que ella pensaba. Todos decían que Chloe había hecho lo correcto y ¿qué derecho tenía una impostora a conducir un coche de lujo?
Todo el mundo dijo que Chloe no hizo nada malo, y que vender el coche por dinero era mejor que Giselle siguiera conduciéndolo.
Después de esa cosa, el conflicto entre Giselle y Chloe se agravó.
En ese momento, al ver a Chloe vestida con un elegante traje bajando del Maybach, Giselle no pudo evitar preguntar: —Vas vestida tan formal, ¿a dónde ibas?
—Claro que voy a trabajar a la empresa. ¿No sabes que tengo que ir a trabajar todos los días? ¿No solías ser igual que yo?
Las palabras de Chloe dejaron a Giselle muda y celosa.
Sí, solía ir a trabajar todos los días igual que Chloe, aprendió de Sandra a gestionar los negocios de la familia Fisher, y estaba ocupada reuniéndose con clientes y haciendo sociales todos los días.
Aunque estaba ocupada, podía disfrutar del privilegi