Capítulo 1916
Luna se quedó sin palabras.

De haber sabido que Kevin era tan persistente y capaz de armar tanto alboroto, habría aceptado ese ramo de flores que le ofreció y, después de que se fuera, lo habría arrojado al basurero.

Quizás así no habría causado tal escándalo.

—¿El señor Díaz ya terminó su jornada laboral?

Kevin levantó la vista hacia el sol en el cielo, siendo cegado por la luz del sol hasta no poder abrir los ojos, rápidamente bajó la mirada y le dijo a Luna: —Señor Díaz, le invito a comer, ¿me haría el honor?

—Lo siento, tengo un compromiso a mediodía, estoy ocupada.

Luna rechazó directamente.

Kevin sonrió: —No importa, si el señor Díaz no tiene tiempo hoy, algún día lo tendrá. Vendré todos los días a invitarla a comer, colocaré un mar de flores en la entrada de su empresa todos los días, hasta que acepte comer conmigo.

Luna estaba tan irritada que le picaban los dientes.

Era su buena educación, lo que le impedía atacar a Kevin.

También estaba cansada de hablar con Kevin, él ya habí
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