A la entrada de la Escuela Wiltspoon.
Varios vehículos giraron hacia el camino desde la carretera exterior y luego se detuvieron a unos cientos de metros de la entrada de la escuela.
Un guardaespaldas salió del coche que iba en cabeza, abrió la puerta a la persona que se sentaba en el asiento trasero y dijo con voz fría.—Señorita, hemos llegado la Escuela Wiltspoon.
Isabela recogió en silencio el bastón del ciego que tenía a su lado y luego tocó los regalos que habían colocado en el asiento a su lado.
Los regalos habían sido preparados por su madre, la señora Nuñez, y qué eran exactamente, Isabela no lo sabía.
La señora Nuñez recogió a Isabela en la floristería.
El segundo coche era el de la señora Nuñez, que bajó la ventanilla e indicó al guardaespaldas que se acercara y, cuando éste lo hizo, le ordenó.—Dile que la librería de Serenity es la primera tienda a mano izquierda del camino, a más de trescientos metros de donde ella se ha bajado del coche.
El guardaespaldas respondió respetu