—Estoy muy ocupada. —dijo Belén.

—Lo sé, pero aún así, ¿no tienes tiempo para llamarnos por la noche?

—Todos te extrañamos mucho, especialmente Jason, que todos los días pregunta cuándo vas a volver a casa.

De hecho, lo que Jason extrañaba más era la comida que preparaba Axel.

Jason estaba muy triste desde que Axel se fue con Belén.

Axel era amable y simpático, cocinaba muy bien, y tanto a Jason como a Morgan les caía muy bien.

Por supuesto, no podían decirle directamente a su hermana que querían que Axel volviera para cocinar para ellos, así que le decían que la extrañaban a ella.

Sin embargo, Belén sabía perfectamente lo que pensaba su hermano.

Sonrió y dijo, —Creo que está pensando en la comida que preparaba Axel. Aunque Axel no está en casa, hay otros cocineros que les preparan la comida.

Axel era, para ser exactos, el cocinero personal de Belén.

Su familia se beneficiaba de ella y podía disfrutar de los platos que Axel preparaba.

Quizás los platos de otros cocineros no eran tan de