✧✧✧ La mañana del día siguiente. En la ciudad de Los Ángeles. ✧✧✧
El sol brillaba radiante iluminando las calles que hacía resplandecer los edificios. El CEO, Franklin Robinson, conducía su automóvil a través del bullicio matutino de la ciudad.
A su lado, su esposa Emily, lo acompañaba en el asiento del copiloto. Su vientre de embarazo ligeramente abultado destacaba bajo el vestido blanco que llevaba puesto, mientras sus manos lo acariciaban con ternura.
—Es raro verte al volante, Fran… —comentó Emily, rompiendo el silencio en el coche con su voz suave y dulce.
Franklin esbozó una sonrisa, sus labios curvándose en una expresión juguetona que solo ella lograba sacar de él.
—No es como si hubiera tomado el auto, y conducido de la nada —replicó ese hombre, levantando una ceja con un aire de superioridad. Su tono era arrogante, pero había un destello de calidez en su mirada que podía derretir cualquier tensión—. He estado practicando, poco a poco. Jack ha estado de copiloto mientr