Capítulo 89: El peor y el mejor.
>>> Emily Robinson:
Desperté en la oficina de mi tío y, de inmediato, recordé lo que había sucedido.
—¡Franklin! —grité, mis ojos azules recorriendo la habitación en busca de mi esposo. Pero él no estaba. Solo Jack, sentado en un sillón, me miraba con preocupación.
—Señora Robinson, venga conmigo, hay un lugar al que…
¡CLANK!
Las puertas se abrieron de golpe y mi madre entró, llena de lágrimas.
—¡Hija, oh hija mía! El señor Robinson tuvo un accidente… Él está grave, lo trasladaron al hospital en helicóptero. Había tanta sangre, quemaduras… Lo siento tanto… Quizá no sobreviva.
Me quedé en shock, sin poder reaccionar. Sentí que el mundo se desvanecía, todo oscureció y volví a perder el conocimiento.
—¡Señora Robinson! —gritó Jack, corriendo hacia mí.
………
Volví a abrir los ojos.
Las paredes eran blancas, las cortinas blancas, había una camilla y el olor a desinfectante llenaba el aire. Estaba en un hospital. Mi corazón comenzó a latir con fuerza y las lágrimas caían sin para