EDMOND
La cagué, y la culpa la tenía Snuggle. La estúpida tarea que me encomendó Snuggle, arreglar las cosas con Lucille, me había distraído un momento. Di un paso adelante para perseguir a May. Pero hacía rato que se había ido.
Miré hacia atrás y vi a April Wolfe. Tenía una copa de champán en las manos y una expresión de confusión. Como si no lo entendiera. Era difícil no armar un escándalo. Porque cada fibra de mi cuerpo quería golpearle esa maldita copa y gritarle en la cara. Cuanto más lo pensaba, más sentido tenía. Apreté el teléfono con más fuerza.
"¿No vas a ir tras ella?" preguntó Lucille.
Era casi como si Snuggle estuviera escuchando. Mi teléfono volvió a sonar y me atreví a mirar. Tal como sospechaba, era un mensaje de Snuggle. «El tiempo apremia», decía. «Ivy Estates aún puede usarse para fomentar la cooperación».
La última parte hizo justo lo que querían. El pánico me inundó. Ivy Estates por fin había salido. Otra convulsión sería catastrófica. No sabía qué quería la aplic