312. Cortando lazos
Jason
El sabor de ella todavía estaba en mi boca.
El olor de su piel, de su esencia, de las marcas que dejamos el uno en el otro, todo todavía ardía en mí como brasa viva. Cerraba los ojos y era como si mi cuerpo entero todavía estuviera pegado al de ella, sintiendo sus gemidos, sus temblores, la entrega.
La primera vez.
No solo de ella.
Mía también.
No en el sentido carnal, sino en lo que realmente importaba. Por primera vez, mi cuerpo y mi lobo estaban en sintonía con alguien. Con ella. No era solo deseo. Era necesidad. Instinto. Algo tan profundo que ninguna parte de mí podía luchar contra ello.
Y, allí, en medio de esa conexión, acostada en mis brazos, Kiara me rompió.
Me hizo querer otra vida.
No la que me criaron para tener.
Sino una que pudiera construir con ella.
Por eso estaba volviendo. Por eso iba a enfrentar al viejo.
Para ponerle un punto final. A la venganza. Al pasado. A todo.
El viento cortaba la carretera desierta como una cuchilla, pero dentro de mí el silencio era a