Rylan

Salí de la casa del Alfa con la mente llena y el cuerpo cansado.

El plan estaba en marcha, los infiltrados siendo rastreados, y la tensión en el aire parecía cada vez más cerca de explotar en guerra.

Pero no era eso lo que me incomodaba.

No ahora.

Porque tan pronto como bajé los primeros escalones de la escalera principal, allí estaba ella.

Jenna.

Sentada en el último escalón, con los brazos alrededor de las rodillas, mirando el jardín como si fuera a responder todas las preguntas que ella no se atrevía a hacer.

Ella me vio.

Y se congeló.

Por un segundo, nuestros ojos se encontraron. Un segundo demasiado largo, demasiado denso.

Ella desvió la mirada en el segundo en que me vio.

Se levantó rápido, subió los escalones como quien huye de un incendio y pasó a mi lado sin un gesto, sin una palabra, como si yo fuera solo un problema más que evitar.

Entró en la casa y desapareció.

Bajé un escalón.

Después otro.

"Mierda. No necesito lidiar con esto."

Pero era mentira.

Porque bastó con v