06. El nombre de la loba
Stefanos
Me levanté de la silla con la tranquilidad de quien tiene control absoluto de la situación. La presencia de Johan allí ya había sido suficiente molestia, y no tenía la intención de darle a la Sumisa el placer de escuchar más sobre los asuntos de la Manada Boreal.
Me ajusté la solapa del abrigo, lanzando una mirada rápida al charco de barro que Johan había dejado en el suelo perfectamente limpio. Perfecto. Una razón más para hacer que la loba recordara su posición.
"Vamos a salir. Ella aún tiene trabajo que hacer", declaré, sin siquiera mirarla. "Sumisa, limpia, este desorden. Ahora."
No necesité ver su rostro para saber que me fulminaba con los ojos. Su silencio, pesado de tensión, ya era suficiente para divertirme.
Johan rio bajito. "¿'Sumisa'?" Él arqueó una ceja. "¿Estás disfrutando de cosas diferentes, tío?"
Solté una risa corta. "Solo una forma de educar a una loba rebelde terca."
"Hum..." Johan la miró con un interés contenido, como si estuviera tratando de entender la