Alaya Montenegro
¿Que le gustaba a el? Eso era algo que no sabía, creo que debería llamarlo y preguntarle.
Tome mi teléfono y le marque a Said, mis manos sudaban un poco, me sentía nerviosa.
¿Por qué?
— Hola mi amor — Sonreí, me llamo amor ¿Soy su amor? Ay Dios! Parezco una niña de 15 años ¡y no soy tengo 22 malditos años!— Todo está bien?— Pregunto suspire.— ¿Que va mal?
— Ví a mi madre, Rebeca y Alejandro me persiguieron hasta el juzgado para ordenarme que detuviera esto pero no es para lo que te llame, quiero invitarte a comer o llevarte comida lo que prefieras— Hablé lo más rápido que pude.
— No puedo salir pero te acepto la comida aquí, estoy en una reunión y de aquí a que llegues ya terminé
¿Que?
— Ay dios! ¿Estas en reunión?! Lo siento tanto perdón ¿Que pensaran tus socios?
— No debes preocuparte por eso — Me dijo como si nada — Ellos piensaran que estoy loco pero no es algo que me importe — Rei.
— ¿Que quieres que te lleve?— Pregunté
— algo simple quizás una bistec al punto —