Después de un rato, Helena se despertó notando que toda su familia estaba a su lado y al querer moverse sintió un ligero peso, por lo que sonrió al ver a su lado a su nueva hija.
- ¿Cuánto dormí? – pregunto ella.
- Solo llevas una hora dormida – le contesto el castaño acercándose a darle un beso en los labios.
- Entiendo – dijo ella mirando con amor a su nueva hija – sí que se tomó su tiempo en llegar - mencione acariciando con cuidado sus cabellos.
- Es que de seguro ella sentía muy a gusto dentro de ti y por eso no quería salir – contesto el castaño, ignorando que sus palabras fueron entendidas en un doble sentido por su esposa, quien se sonrojo un poco.
- Mamá, ¿qué te parece? – en eso los mayores miraron a Eduardo, quien giro el lienzo para que admiraran el boceto que habia hecho - hehe ya solo falta que le ponga color.
- Esta hermoso – dijo Helena mirando con cariño el dibujo.
- Hijo, cuando lo termines me lo das, porque lo pondré en mi oficina - dijo Antonio, mirando con cariño