“… mientras miro las estrellas y siento la fría brisa rozando mi piel, mi corazón estaba encerrado y hoy, libre, es.”

—¡Listo! —grito feliz después de publicar tres poemas que no son más que mis pensamientos en la plataforma de escritores. No digo que lo que escribo sea perfecto, ya que después de todo, son solo fragmentos de mi vida, que comparto en un día como hoy, el primer San Valentín que paso a su lado.

Ya han pasado ocho meses desde que soy novia de Antonio. Todos los que nos conocen nos felicitan, diciendo que esto lo veían venir desde la primera vez que nos vieron juntos, desde que nos conocimos. Es algo irreal a veces, pero sé que es amor verdadero. Somos el medio limón del otro, la media naranja, el alma gemela.

Tal vez ya era hora de que finalmente nos encontráramos.

Mi celular vibra en mi pantalón; lo tomo deslizando los dedos sobre la pantalla táctil y sonrío al ver su nombre:

—Mi vida, ¿cómo ha sido tu día? Te extraño demasiado. –su voz calma mi corazón, pero