68 - No haré negocios con él.
Al llegar a la puerta de su oficina, se detuvo en seco al ver a Emiliano De Lucca sentado cómodamente en su silla, con una expresión seria en el rostro. Por un momento, Margaret sintió un escalofrío recorrer su espalda. Respiró hondo y entró a la oficina, cerrando la puerta detrás de ella.
— Hola señorita Torres — saludó Emiliano en un tono formal.
Margaret caminó hacia su escritorio, sin dejar de observar a Emiliano.
— Señor De Lucca, ¿a qué se debe su visita en mis instalaciones? — preguntó ella, intentando mantener la calma.
Una parte de ella albergaba la esperanza de que tal vez Emiliano estuviera allí para ver a su hijo, pero al ver la expresión fría en su rostro, rápidamente descartó esa idea.
Emiliano se levantó de la silla y caminó hasta quedar frente a Margaret.
— Me he enterado de las decisiones que has tomado. Me siento decepcionado, solo... — dijo, con un tono de voz que parecía resentido.
Las palabras de Emiliano golpearon a Margaret como una bofetada. Ella golpeó el escr