211. EL CHICO COLITA DE PEZ
NARRADORA
Nathan dejó atrás enseguida la embarcación donde iba Dean Marshall.
No importaba qué, si lograba salir de la zona nebulosa con vida, lo asesinaría por todo los asuntos de su madre.
Ya no era ningún Anciano con poderes y ciertamente, contaba con una lista de personas que lo querían eliminar.
A medida que ganaban millas náuticas hacia el mar desconocido, la famosa niebla que rodeaba esta área, comenzó a engullir su embarcación, tan oscura que casi parecía de noche.
Los potentes faros se prendieron; Nathan observaba todo el tiempo el panel electrónico que indicaba las profundidades de las aguas y demás, sin embargo, pronto descubrió que la alta tecnología no le serviría de mucho en este sitio.
—¡Maldito sea este sitio hechizado! —murmuró, dándole golpecitos a los indicadores que parpadeaban un poco locos.
Se decía que los campos magnéticos aquí no estaban bien, los satélites de los humanos no podían captar la nebulosa, era como si no existiera en los mapas.
Sin embargo,