¿Quién era esa mujer?
Y es que aunque no tardó mucho en averiguarlo, aun no entendía el porqué sabía su nombre y el porqué lo pronunció de aquella manera. La suavidad y el sonido de su voz, su mirada y respiración, le recordaron a aquella mujer que habita en sus recuerdos, que habita en su corazón y de la que está convencido pueden pasar años y años y jamás olvidará, aunque en físico son totalmente diferentes por un momento sintió aquella energía que caracterizaba a Linda.
Linda, Linda ¡Cómo dueles!
Su ausencia le quemó el corazón, desde su partida quedó un vacío inexplicable que no puede llenar con nada.
¡Fue difícil!
Fue difícil su partida, fue difícil saber que ya no volvería a verla.
¡Cuánto hubiese dado por mantenerla conectada a todas esas maquinas de por vida!
Jamás había llorado como lo hizo ese día, jamás había sentido tanto dolor como el que sintió ese día, ni siquiera las peores de las torturas tenían comparación.
El ser humano tiende a no pensar con claridad