Tres horas después...
Sabrina y Gabriel acababan de despedirse del último invitado. Sabrina ya estaba agotada. Le dolían las piernas porque llevaba mucho tiempo de pie sobre tacones.
Al darse la vuelta, pudo ver a Claudia y Ricardo sentados en sus asientos, charlando de Dios sabe qué.
-¡Claudia, esto ha sido muy injusto! ¿Dónde está el amor de mejores amigas que hemos confesado todos estos años? -Sabrina ya había aparecido frente a las dos personas que charlaban.
¡No podía creer que su mejor amiga ni siquiera la ayudara con nada!
Había sido ella la que había despedido a los invitados y ya le dolía la espalda. En ese momento, Claudia vio a Gabriel caminando hacia ellas.
-¡Ah, mi queridísima mejor amiga! Nuestro amor desapareció en cuanto aceptaste casarte con él. Ahora es él es tu mejor amigo, así que no vengas a quejarte de que no estoy a tu lado, ¡Ahora tienes a alguien! -replicó Claudia casi riendo. Prácticamente pudo ver cómo Sabrina se enfadaba con ella.
-No estamos casados... ¡T