60| Taranta.
Analía se había despertado cansada y con sueño. Había perdido la cuenta de las veces que había hecho el amor con Salem esa noche, y cuando se despertó en la madrugada, estaba fuertemente abrazada a él, a su cuerpo fuerte, compartiendo su calor.
El Alfa se había tenido que levantar temprano y le dejó muchos besos a Analía antes de entrar al baño. Luego, ambos se organizaron y se dispusieron para estar en la sala del trono. El consejo ya estaba allí cuando ellos llegaron y tuvieron que esperar un par de minutos para que llegaran Johana con Alexander y el transformista.
Cuando comenzó la discusión con Barry, Analía estuvo a punto de intervenir. Pudo sentir cómo el cuerpo de Salem se llenaba de apatía. El Alfa casi les lanza un grito a los dos para que se quedaran callados, pero Alexander intervino, llamando a Barry irrespetuoso y Analía estuvo completamente de acuerdo.
Desde que el lobo había regresado de su cautiverio con los Maiasaura, era diferente. Ya no era tan sonriente y brillante