C216-LA DEJARÍA IR.
C216-LA DEJARÍA IR.
El patio de entrenamiento estaba vacío, salvo por Drakos. El sol del mediodía caía directo sobre su espalda desnuda, marcando cada músculo, el sudor le resbalaba por el pecho, bajaba por su abdomen mientras golpeaba el poste de madera una y otra vez.
Cada impacto retumbaba en el aire caliente, él no pensaba, solo golpeaba. Era una máquina en modo castigo, como si necesitara sentir dolor para apagar lo que lo quemaba por dentro.
Pero sintió la presencia antes de que el otro hablara.
—Si viniste a buscar una golpiza, estás jodido… —dijo sin detenerse—. No estoy de humor.
—Tranquilo, vine en son de paz —respondió Therion, avanzando con calma—. Ya olvidé el puñetazo que me diste. Bueno, casi.
Drakos no lo miró y siguió golpeando, con los dientes apretados.
Therion se sentó en una roca frente a él, apoyando los antebrazos sobre las rodillas y observó a su amigo en silencio por unos segundos, luego habló.
—Me acabo de enterar de lo que hiciste. No sé si es valiente o una