CAPÍTULO 43. ¡NO LE VOY A ROGAR...!
En la mansión de Don Kelvin Fuenmayor
«En todo caso, no me adelantará a los acontecimientos. En esto, iré paso a paso con ella y con mucha discreción. Lo que si estoy seguro es que debo acercarme más. Para eso, buscaré el apoyo de Julio», pensó él, quien prefería a este como yerno.
(***)
Al día siguiente, Adriana se levantó temprano. Ella, vistió al bebé para llevarse a este, a conocer la casa que Mateo había comprado para ellos. No sin antes, pedir ayuda a Luisa para que le sustituya en el restaurante, mientras, resuelve esto.
Siendo las nueve de la mañana y ya lista, ella salió acompañada de su marido hacia la zona exclusiva donde estaba ubicada la casa. Al llegar, el servicio de vigilancia dio la bienvenida a Mateo. Era, una construcción totalmente nueva, de estilo moderno y grande.
Adriana, estaba asombrada y fascinada. Era, una mansión lujosa, con grandes ventanales por los cuales entraba mucha luz natural. Lo que más le agradó fue la presencia de los hermosos jardines, donde el