C82- UN ANTES Y UN DESPUÉS.

Emma dejó de forcejear cuando vio la silueta emergiendo de la oscuridad. Su cuerpo entero se tensó mientras entornaba los ojos para distinguir quién era. La lluvia caía implacable, dificultando su visión, pero no había duda: era James quien caminaba hacia ella.

Solo.

Su fuerza la abandonó por completo, los hombres que la sujetaban sintieron cómo su cuerpo se volvía de plomo y luego empezaba a temblar incontrolablemente, mientras un sollozo se rompía en su pecho.

—No... No, no, no...

Las lágrimas se mezclaron con la lluvia, su dolor era demasiado visceral para ser silencioso y no lloraba por el peligro pasado; lloraba por lo que esa salida en solitario significaba.

James pasó junto a ella.

Su mirada, glacial y distante, rozó la de su hermana por una fracción de segundo. No había consuelo, no había triunfo, solo pura decepción.

Y Emma lo vio.

Pero él siguió caminando, directo hacia donde estaba Katerina, quien lo observaba con una mezcla de alivio y miedo