C45- LA FIESTA PUEDE IRSE AL DIABLO.
C45- LA FIESTA PUEDE IRSE AL DIABLO.
El silencio que siguió fue tenso. James miraba a Jason lleno de furia y Rebeca tosió discretamente.
—Creo que iré a buscar una copa —dijo, alejándose con tacto.
—Jason —siseó James con voz baja—, no es el momento ni el lugar.
—¿Y cuándo lo es? —respondió Jason, su voz controlada pero cargada de resentimiento—. ¿Cuándo estés solo? ¿Cuándo no tengas a nadie que pueda ver la clase de hombre que eres?
Katerina miró a James, buscando respuestas. Él mantenía la compostura, pero ella podía ver la tensión en cada músculo de su cuerpo.
—Katerina —dijo James sin apartar la mirada de Jason—, ¿me concederías este baile?
Antes de que pudiera responder, Jason soltó una risa amarga.
—Siempre haces lo mismo, ¿no? Huir y desligarte de tus acciones.
James dio un paso, pero Katerina lo detuvo poniendo una mano en su brazo.
—James, vamos a bailar —dijo, intentando evitar un escándalo.
Él la miró, y algo en sus ojos cambió. La furia se suavizó, y asintió, tomó su mano