C39-YO TE DESEO, JAMES.
C39-YO TE DESEO, JAMES.
El sol ya comenzaba a bajar cuando James cruzó el jardín y el jardinero regaba los rosales cerca del estanque.
Al verlo acercarse, se enderezó de golpe.
—Señor Stanton —saludó, bajando la vista.
James se detuvo frente a él, con las manos en los bolsillos y una calma tensa que no auguraba nada bueno.
—Bonito día para trabajar —dijo despacio—. Aunque parece que te distraes fácil.
El muchacho tragó saliva.
—N-no entiendo, señor.
—Oh, sí entiendes —replicó James, con media sonrisa—. Mi esposa tiene un humor curioso, ¿no? Sonríe poco… y justo hoy lo hizo contigo. Qué interesante.
El chico empalideció.
—Yo solo cuido las flores, señor. No fue nada.
James dio un paso más cerca y su sombra cayó sobre él.
—Escucha, ¿Miguel, verdad?…
El joven asintió rápido.
—Bien, a partir de ahora, cuida tus ojos, tus manos y tu boca. No las uses para lo que no te corresponde, porque tienes suerte de que cuides las rosas de mi madre. Si no, ya serías parte de la morgue del hospital gen