C25- CAMINO OSCURO.
C25- CAMINO OSCURO.
Las contracciones de Gianna aún no cesaban cuando Adler retiró sus dedos, brillantes por sus fluidos, y se levantó, su silueta imponente recortándose contra la luz. No dijo una palabra, solo la miró con unos ojos oscuros, cargados de un deseo tan intenso que era casi una amenaza.
La bajó del tocador con una firmeza que no admitía resistencia y la colocó de rodillas frente a él. Con una mano se masajeó la polla, larga, gruesa y palpitante, ya recubierta de un líquido preseminal que brillaba en la punta, y con la otra, le agarró la barbilla con firmeza, obligándola a mirar hacia arriba.
—Ahora es tu turno. Quiero sentir esa lengua traviesa en mí —su voz era áspera, pero claramente era una orden—. Ábreme la boca.
Gianna obedeció, hipnotizada.
Su lengua apareció primero, lamiendo la gota de precum con una lentitud deliberada, saboreando su sabor salado y masculino, y luego, llevó sus labios hasta la base, inhalando su esencia, antes de metérsela entera en la boca.
Adle