C18- ¿SIGUES ENAMORADA DE ÉL?
El silencio era una bomba a punto de estallar.
—No tenías derecho —siseó Kate con la indignación hirviendo dentro de ella—. A desvestirme y menos a quedarte en esta casa.
Grayson la miró sin pestañear y caminó hacia ella. Kate tragó, pero no retrocedió. Aun así, sus ojos —traicioneros— bajaron un segundo.
Pecho amplio, hombros anchos, abdomen definido y marcado. Cada músculo tenso bajo la piel. Grayson estaba esculpido como una maldita provocación. Y ese pantalón gris bajo, que apenas cubría lo necesario, no ayudaba en nada.
—Es mi casa —dijo él, frío como el acero.
Kate soltó una carcajada seca.
—Me la diste, ¿recuerdas?
—Pero aún la pago yo —replicó, alzando los hombros como si no le importara—. Cada cuenta. Cada gasto. Cada centavo que respiras aquí… sigue siendo mío.
Ella rodó los ojos y estaba a punto de lanzarle una respuesta cargada de veneno, cuando la voz de Grayson cambió. Bajó el tono, pero subió la temperatura.
—Igual que tu… anoche bebiste ha