C161-¡CORRE OLIVER!
Oliver abrió los ojos lentamente hasta que la habitación borrosa empezó a tomar forma. Lo primero que vio fue a la mujer del hospital, de pie contra la pared, mirándolo con atención.
—Tía... ¿por qué me trajiste aquí? —preguntó asustado—. Mis papás van a estar preocupados.
Katerina no apartó la mirada.
No lo había hecho desde hace un buen rato. Había algo en ese niño que le apretaba el pecho: tenía el mismo tono de cabello que Kate, la misma sonrisa, esa forma de mirar como si todavía creyera que el mundo era bueno. Y, de repente, un recuerdo que no había buscado volvió con fuerza: las noches en que su hermana, pequeña y asustada por una pesadilla, corría a su cama y la abrazaba hasta que se dormía.
En ese tiempo no competían, no había rencor ni cuentas pendientes. No quería llamarlo amor... sino remordimiento. Pero después de escuchar lo que Alejandra planeaba hacer, sabía que no podía permitirlo.
Oliver se abrazó las rodillas y la miró con tristeza.
—¿Eres como m