C162-INTERCAMBIO.
C162-INTERCAMBIO.
Kate sentía las muñecas entumecidas, la cuerda mordía su piel y el dolor en la cabeza por el golpe le nublaba la vista, pero no tenía tiempo para lamentarse. Ethan estaba a unos metros, de espaldas, hablando por teléfono. Reconoció la voz grave y segura de Alejandra a través del altavoz, y eso le encendió una alarma interna.
«¡Esa maldita tenía a su hijo!»
Respiró hondo, obligándose a calmar el temblor de sus manos y la furia en su pecho, y comenzó a mover lentamente las muñecas, girando y tirando en pequeños movimientos repetitivos hasta que sintió cómo uno de los nudos cedía apenas.
No podía hacer ruido, no podía delatarse.
—Sí... la tengo aquí. No, no podrá ir a ninguna parte —decía Ethan, distraído, con la vista en el suelo—. Solo espero tu orden para dejar salir el agua...
Kate aprovechó.
Flexionó los brazos hacia abajo, encorvando el cuerpo para buscar el filo metálico de una bisagra expuesta en la pata de la silla. La cuerda raspó contra el metal.
Una vez.
Otr