C155-¿YA LLEGÓ ELLA?
Los gritos de Mirabelle se escuchaban ya desde el interior, pero todo se descontroló cuando logró forzar el portón y entrar al jardín. Avanzó tambaleante, medio fuera de sí, tomó una maceta de piedra y la lanzó con todas sus fuerzas contra una de las ventanas laterales. El vidrio estalló en pedazos, haciendo que varios guardias corrieran hacia ella.
Kate salió a la entrada principal; no levantó la voz, pero su sola presencia impuso silencio por unos segundos.
—Basta, mamá. —espetó.
Mirabelle la miró con los ojos enrojecidos, medio borracha, tanto que el olor a alcohol se percibía incluso a distancia.
—¿No viniste a pelear? —se burló con una risa amarga—. Viniste a verme humillada, como siempre quisiste.
Kate dio un paso adelante, ignorando la tensión y los murmullos de los curiosos.
—Grayson me dijo lo de papá… y aunque no fue un buen padre, me duele. El sepelio lo pagaré yo, porque todavía soy su hija.
Mirabelle frunció el ceño, y su expresión se endureció aún má