Algunos días después, Sonia convenció a Emilia para que la acompañara a casa de Martha y Paul. Estos tenían planeada una cena para celebrar su regreso; además de que se encontraban deseosos de poder verla y hablar con ella. Desde su breve encuentro en la fiesta de inauguración, no habían tenido oportunidad de charlar con ella y valla que lo deseaban.
Emilia no se encontraba muy segura de que aquello fuera una buena idea, sobre todo porque no deseaba encontrarse de nuevo con Alexander. Tenía en claro que lo mejor sería evitarlo a toda costa. Sin embargo, no podía hacérselo saber a su madre o sospecharía que aun sentía algo por él y no lo deseaba. Ella era una de las personas que mejor la conocía y siempre había sido así. Eso causaba que usara casi toda su energía siempre que la tenía cerca, solo para evitar que descubriera lo que le pasaba.
Sin embargo, tenía entendido que Alexander se encontraba fuera de la cuidad en esos días. Por ende, no había peligro de encontrárselo; así que sol