En ese momento, Alexander no lo pudo soportar más. No logro ver las consecuencias, su lado racional solo desapareció; dando paso al instinto y al deseo. Este que se extendió por todo su cuerpo hasta que no pudo controlarse más y se abalanzó sobre ella con una rapidez sorprendente.
Se acerco a ella, levantándola del suelo sin más. Emilia correspondió a su acción, enredando las piernas alrededor de su cintura; mientras que este coloco sus manos en su trasero, sosteniéndola. En tanto que ella las envolvió alrededor de sus hombros, comenzando a besarle con pasión.
Por desgracia, Emilia pronto sintió que eso no era suficiente, que necesitaba más contacto con su cuerpo. Apenas era consciente de como Alexander comenzaba a caminar directo a su recamara o al menos fue de ese modo hasta que sintió como tomaba asiento a la orilla de la cama con ella aun en su regazo, pero sin alejar las manos de su trasero.
Cuando Emilia sintió que ya no necesitaba sujetarse de él, separo las manos de sus hombro