En ese momento, la mujer, que era la editora jefa de una revista, comentó:
—He oído que tienes novio, pero nunca lo he visto contigo. Eso me da mucha curiosidad.
Camila se arregló el cabello un poco y respondió diplomáticamente:
—No me gusta que aparezca en público, así que nunca lo dejo acompañarme a eventos. Pero cuando nos casemos, definitivamente te invitaré.
—Tan misterioso es, ahora tengo grandes expectativas—dijo la editora. Luego, al ver a Lucía a un lado, la saludó cortésmente:
—Señorita Díaz, nos volvemos a encontrar.
Lucía también la reconoció al instante. Habían coincidido cuando la editora quiso hacer una entrevista a Mateo. Esa era su única conexión para tener éxito. Lucía respondió fríamente:
—Editora Fernández.
—¿Ustedes también se conocen? —preguntó la editora, mirándolas a ambas.
—Nos conocemos, pero no somos muy cercanas—respondió muy atenta Camila, distanciándose intencionalmente de Lucía.
Lucía siguió el hilo de la conversación:
—La señorita Pérez anunció su c