¿Me creerias?

PDV Gabriela

Ver a Arturo parado frente a mi puerta me hizo sentir varias cosas en ese momento, mi cuerpo se sintió débil, me movi un poco y tropecé, parece que iba a caerme, pero antes de que eso pasara, Arturo coloco su brazo detrás de mi espalda y me atajo.

Sus brazos se sentían fuertes, me hizo recordar muchas cosas, me estremeci y sacudi la cabeza para dejar los pensamientos que me llegaron a la cabeza y en su lugar me termine por alejar del agarre de Arturo.

—¿Qué haces aquí? —le pregunte a este ultimo mientras trataba de tomar distancia.

No confiaba en mi misma si este estaba tan cerca.

—¿Eso es lo primero que vas a decir?

—…

—Gabriela.

—Pues si, vienes a mi casa, bueno a la Daisy de la nada, y sin avisar, ¿Cómo lograste saber donde vivía?

—Hice que un hombre de mi grupo adivinara tu dirección, no fue muy difícil.

—¿Hiciste que me espiaran? —solte.

—Espiar es demasiado exagerado Gabriela, pero si asi lo prefieres si… aunque tampoco fue muy difícil, no ocultas para nada tu ubicación, eso es muy imprudente ¿Lo sabias?

—¿Y para que la voy a ocultar? Pensaba que no tenia un acosador detrás de mi.

—Wow, eso fue un golpe bajo, ¿Puedo pasar? —pregunto.

—Ya entraste, ¿No? muy tarde para preguntar eso.

—Bueno, quería conservar los modales —dijo antes de cerrar la puerta.

Entre un poco en pánico por estar los 2 solos, y tome de forma inconciente mi teléfono y quise enviarle un mensaje a Daisy para que viniera aquí conmigo y no me dejara a solas con él.

Arturo parecio darse cuenta de lo que estaba haciendo, no era muy buena disimulando, asi que casi de inmediato se acerca a mi, y me quito el teléfono de las manos.

—¡Dame eso! —grite.

—No, no vas a enviarle mensaje a nadie, y menos a Daisy, Gabriela, quiero hablar a solas contigo y no quiero que nadie nos interrumpa —solto mientras elevaba su mano con el teléfono, dejandolo lejos de mis manos.

Hijo de…

—No le voy a escribir a nadie, solo quiero ver la hora nada mas.

—¿Piensas que naci ayer? Usa una mejor excusa la próxima vez, en esta ocasión no te va a funcionar.

Arturo se coloco el teléfono en su bolsillo, y no tenia ninguna intención de soltarlo, lo mire enojada, y mis ojos fueron hacia distintas partes del departamento, recordé la laptops que tenia en una mesa cercana, tenia W******p allí.

—Gabriela… no quiero que esto se vuelva mas difícil de lo que ya es, ¿Si? solo quiero hablar contigo sin que nadie nos interrumpa, ¿Okey?

—… ¿Y la forma en la que quieres hacerlo es como cuando estuvimos en el restaurante?

—Eso… eso no fue a propósito….

—¿Ah no? ¿Y con que intención fue?

—Gabriela, ponte en mi lugar, han pasado  2 meses desde nuestra ruptura, y apenas te vuelvo a ver te encuentro con…

—¿Con que? vamos Arturo, terminalo —le dije.

—Con “eso” de allí abajo —dijo este finalmente.

Me dolio el como se refirió a “nuestro” hijo de esa forma, y con mas con esa cara que hizo, sacudi la cabeza, no podía ponerme asi ahora, tenia que mantenerme firme, si no lo hacia, no podria lidiar con esto.

—Admito que actue un poco mal Gabriela, pero…

—¿Un poco mal? Me sujetaste en pleno trabajo Arturo, y me gritaste en publico, justo ahora no se ni siquiera si aun conservo mi trabajo por la escena que montaste, ¿Sabias que no hay muchos empleos donde acepten a chicas en mi estado? No podía perderlo.

Arturo se mostro un poco avergonzado por mis palabras, no era tan insensible como pense.

—Lo siento Gabriela, no me pude controlar, ya te explique la situación.

—Si, ¿De que me sirve ahora? Ni siquiera eh podido trabajar estos 2 dias por eso.

—Perdoname, ¿Cuánto perdiste? Si quieres puedo…

—No quiero tu dinero, no quiero que luego tu familia use eso para seguir acusándome de ser una interesada.

Aunque si yo no lo quería, el niño en mi interior se lo merecía, era su derecho ¿No?

—Esta bien Gabriela, perdóname por todo, voy a hablar con alguien para que pueda darte un empleo, no pienses en eso como una limosna, es solo una ayuda teniendo en cuenta nuestra antigua relación, y por tu estado delicado —me dijo.

—¿Por qué viniste aquí?

—Te lo dije, quería hablar, no solo para pedir disculpas por lo ocurrido en el restaurante, sino también… ¿Cómo paso “eso”? —pregunto.

—¿Quieres dejar de referirte a mi hijo como “eso”?

—Bien… ¿Cómo fue que te embarazaste Gabriela? ¿De quien es el niño? ¿Es del jardinero con el que me engañaste o…?

Antes de que Arturo pudiera terminar lo que iba a decir, termina por darle una ligera bofetada, no me gustaron sus palabras.

Se toco levemente la mejilla, pero no parecio enojado, aun asi, insistió con lo que quería saber.

—¿Por qué te importa tanto saberlo? ¿No estas con Silva ahora? Los vi muy alegres juntos en el almuerzo de hace 2 dias, ve con ella, seguro que debe de estar muy preocupada por donde estas.

—Silva y yo no estamos saliendo Gabriela, ¿De donde sacaste eso?

—¿Ah no? pero los vi juntos en…

—Solo era un almuerzo de negocios nada mas, hacemos mucho eso, y lo sabes, además de que tenia que ponernos al dia con varias cosas.

—¿Es verdad?

—¿Para que te mentiría? No gano nada con eso, ahora, ya respondí una de tus preguntas Gabriela, ahora te toca a ti.

M****a.

—Dimelo, ¿Cómo paso? ¿Quién es el padre?

—¿Por qué lo quieres saber? ¿Qué ganas con eso?

—Solo quiero saberlo Gabriela.

—Si te dijera que es tuyo ¿Me creerías? —solte.

Arturo abrio los ojos de golpe apenas escucho eso ultimo de mi parte, abrio la boca un instante, no salieron palabras, pero se notaba en su rostro que parece que no me lo iba a creer.

¿Y ahora?

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