Promesa rota

PDV Gabriela

Arturo se llevo su mano hacia la barbilla, se toco un poco por unos momentos, y solo entonces hablo.

—¿Qué fue lo que dijiste?

—Te pregunte, si te dijera que es tuyo, ¿Me creerías?

—Gabriela, sabes que no me gustan las bromas de esa manera —solto.

No íbamos bien.

—¿Y tu piensas que estoy jugando? ¿Con un tema tan serio? Sabes que no soy asi.

Arturo fruncio el ceño, se veía pensativo, no sabia que pasaba por su mente, ojala pudiera leerla.

—¿Cómo?

—¿…?

—¿Cómo va a ser mio? Si no hemos tenido nada en meses… desde que…

—¿Desde que me sacaste a patadas de tu casa? Si, eso fue hace 2 meses mas o menos, el mismo tiempo que llevo en cinta, ¿Ves? 

 Me acerque un poco apenas dije eso, y me pare recta para que pudiera verme por completo.

Arturo no despego la mirada, él era listo, asi que debia saber mas o menos cuanto tiempo tenia en estos momentos, o al menos debió hacer una suposicion.

Hizo varias expresiones.

—Siempre usamos protección Gabriela, nunca…

—Eso puede fallar, ¿No lo sabias? Nunca es 100% seguro Arturo.

—…

Unos instantes despues se sento en el sofa que teníamos cerca de nosotros, y se llevo su mano a la barbilla, puedo imaginarme que pasaba por su cabeza ahora.

—Arturo no te voy a presionar ni nada, y tampoco voy a pedirte que hagas algo que no quieres, ¿Si? creo que lo mejor será que te regreses con…

Antes de que pudiera terminar, él me tomo del brazo, me jalo en su dirección, y antes de darme cuenta ya estaba sentada encima de sus piernas.

Los nervios me llegaron al máximo, quise salirme, pero Arturo me mantuvo abajo, tampoco es que lo intentara con muchas fuerzas de todas formas.

Nuestras miradas se cruzaron y este ultimo acerco mucho su rostro al mio, hace mucho tiempo que no lo tenia tan cerca, mis piernas se apretaron y mi pecho se hiperventilo un poco.

Había olvidado lo bien que se veía desde cerca, su cabello castaño oscuro era brillante y hacia juego con sus ojos, sus labios eran gruesos, me dieron ganas de besarlo mientras estaba sentada en sus piernas, pero me contuve.

Le había prometido a Daisy que iba a tener cuidado con él, y además, aun no le perdonaba lo que me hizo la ultima vez que nos vimos.

—Gabriela, ¿Estas diciendo la verdad? 

—¿Aun sigues dudando de mi? Si piensas que te engañaría con esto, pues entonces no vale la pena seguir hablando Arturo, nada de lo que diga va a funcionar para ti, no quiero que me vuelva a pasar lo mismo de la otra vez, no vaya a ser que luego tu familia diga que este hijo es de otro y entonces tu le creas a la primera —solte.

—… Perdoname si te molestan mis preguntas, pero tengo que estar seguro con esto, y mas ahora.

—No te preocupes, no te voy a pedir nada, y menos dinero, si eso es lo que te preocupa…

—Claro que no Gabriela, maldición, tuvimos nuestros problemas hace tiempo, y se que mi actuar no fue el mejor, pero fue por que me fallaste, pero a pesar de todo, no voy a abandonar a un hijo si este es mio sin importar lo que paso entre nosotros.

¿Qué le falle?

Parece que aun sigue creyendo eso, no se le había sacado de la cabeza.

Ya no quise seguir sentada en sus piernas, y decidí salirme, forcejee un poco con él, pero al final me dejo ir, me aleje un poco, pero Arturo se levanto y me siguió de cerca.

—Vas a mudarte Gabriela.

—¿Mudarme? ¿Pero que estas diciendo? No voy a mudarme.

—Si lo haras, necesito que estes mas cerca, este sitio esta muy alejado, además no hay buenos hospitales en esta zona, imagino que has estado llendo a hospitales públicos hasta ahora ¿No? 

… pues si, era lo que tenia a mi disposición hasta ahora debido a que mis papas no estaban en la ciudad y no tenia familia aquí, asi que estaba sola.

—Tu cara me dice que si, seguro que no has estado recibiendo buena atención, eso no se debe hacer, te vas a mudar a un departamento que tengo desocupado desde hacia un tiempo, y no esta muy lejos de mi casa, allí estarás mas comoda y con mejores servicios hasta que…

—¿Hasta que Arturo? ¿Hasta que decidas echarme de nuevo cuando te de la gana? No, no voy a ir a un sitio que este a tu nombre, no voy a lidiar con esa inseguridad —solte.

—Gabriela, no seas testaruda.

—No lo soy, ya tengo mi vida aquí, y no voy a dejarla en pausa como hice la otra vez por ti, ya vimos como termino la ultima vez.

Arturo me tomo del brazo y me jalo en dirección hacia él, termine por chocar contra su cuerpo, nuestros cuerpos acabaron muy juntos, me tomo por la cintura y no me dejo escapar.

—Solo estoy pensando en tu bien Gabriela, necesitas atención de calidad y no la vas a encontrar aquí.

La mano de Arturo que estaba en mi cintura, empezó a bajar, al principio solo fue un poco, pero antes de que me diera cuenta, pude sentir como estaba muy cerca de mis nalgas, mi pecho se agito, y quise separarme, pero me tenia bien agarrada.

—Dime, ¿Vas a venir conmigo? 

—Ya te dije que no…

—Gabriela.

—¿No escuchaste? te dije que…

Arturo se abalanzo sobre mi y antes de darme cuenta, sus labios se habían juntado con los mios, su beso fue intenso, mis manos llegaron a su pecho, quise empujarlo, pero no tuve fuerzas.

Mis manos se movieron y al final acabaron cerca de su cuello, lo empecé a abrazar con fuerza de forma inconciente y le respondi el beso.

En ese momento mi teléfono sonó mientras Arturo y yo seguíamos besándonos … debia ser Daisy…

Habia roto mi promesa que le había hecho hacia tiempo.

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