Capítulo 62 —Un respiro
Narrador:
El desayuno transcurría en un silencio algo incómodo. Nadia revolvía su café sin demasiado interés, mientras Massimo la observaba con los codos apoyados en la mesa.
—¿Siempre te pasa? —preguntó él de repente, rompiendo la quietud.
Nadia alzó la vista, confundida.
—¿Qué cosa?
—Eso que pasó anoche. —Su tono era serio, sin rastros de burla ni diversión.
Ella se removió en su asiento, incómoda.
—No sé de qué hablas.
Massimo suspiró y dejó la taza sobre el plato con un leve sonido.
—Ataques de pánico, Nadia. Eso fue lo que tuviste.
Nadia se tensó.
—No fue un ataque de pánico.
—Sí lo fue.
—Solo… solo me asusté. Fue un momento de ansiedad.
—Eso es un ataque de pánico.
Ella desvió la mirada.
—No siempre me pasa.
Massimo apoyó los antebrazos sobre la mesa y entrelazó los dedos, observándola con atención.
—¿Pero sí te ha pasado varias veces antes antes?
Ella dudó, bajando la vista a su taza.
—Algunas veces.
Él apretó los labios, su expresión oscureciéndose.
—¿De