Capítulo 61 —Siente mis latidos
Narrador:
Massimo no dudó un segundo. Cuando vio que Nadia seguía temblando, su instinto se activó de inmediato.
—Vamos, pequeña… —susurró con suavidad, antes de inclinarse y deslizar un brazo bajo sus rodillas y el otro por su espalda.
Ella soltó un jadeo sorprendido cuando la levantó del suelo con facilidad, sosteniéndola con firmeza contra su pecho.
—Massimo, puedo caminar…
—No quiero que camines —murmuró él sin detenerse.
Nadia sintió su calor envolviéndola, la seguridad de su agarre, la firmeza con la que la mantenía contra su cuerpo. Se aferró débilmente a su camisa, dejando que la llevara sin protestar más.
Massimo la llevó directo a la cama y la depositó con cuidado sobre el colchón, asegurándose de que estuviera cómoda antes de apartarse.
—Voy por un té —dijo con voz grave, su mirada recorriendo su rostro con detenimiento.
Ella apenas asintió, abrazándose a sí misma.
Él se quedó un segundo más allí, como si quisiera asegurarse de que realmente i