¿Por qué escribir que me iría? Esa pregunta fue como una daga traspasando el alma de mi madre y sintió que, era ella quien se iba del mundo en ese momento, porque su alma partía hacia otra dimensión al ver que, su hija no volvería a abrir sus ojos y que su frágil corazón no bombearía más sangre a su cuerpo. El pensar que existía la posibilidad de no seguir con vida hizo que, mi madre tomara la carta y la enviara a casa de Tifani.
El mensaje con que mi madre la envió decía: “-Probablemente no leas esta carta, pero si lo haces, descubrirás que tienes un corazón mucho mejor de lo que imaginaste, ¡Permítete perdonar y perdonarte a ti misma! ¡Se feliz! -”.
Tifani había leído la carta, a pesar de muchas veces, intentar romperla y quemarla; sin embargo, la dejó guardada en su mesa de noche y un día de tanto