Ella me miró y el brillo de sus ojos se apagaba. Las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas.
- ¿Qué pasó ese día mamá? ¿Por qué no quisiste regresar nunca más?
-No fue nada importante.
-Vamos madre, ya no soy una niña. Dime que pasó ese día.
-Tuve una discusión con Carla, por esa razón no quise regresar más.
- ¿Con Carla? Creo que me perdí una parte de esta historia, no recordaba que las conoces.
-Lo sé y por eso nunca quise recordártelo. Es una etapa difícil de nuestras vidas.
- ¿Qué es lo que no quieres que recuerde? Ya soy grande y quiero saberlo.
-Este no es el momento para hacerlo. Estas enfrentando un fuerte dolor y decirte significa permitirle crecer las raíces en el jardín de tu corazón.
-Deja la poesía a